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Andrea Zurek

EL DESPLAZAMIENTO EN EL ARTE DE ANDREA ZUREK

Andrea Zurek es una artista de origen alemán con larga experiencia, estudió Bellas Artes en la Kunstakademie de Düsseldorf (1970-1975), donde fue alumna de Joseph Beuys, el controvertido activista que con sus obras y enseñanzas ha marcado la evolución del arte contemporáneo después de la Segunda Guerra Mundial. Entre los compañeros de la Aula 20, espacio taller de escultura, se encontraban los artistas Jörg Immendorff, Blinky Palermo, Imi Knoebel,  Anatol Herzfel, Irmel y Felix Droese, Adolphe Lechtenberg, hermanos Stüttgen y otras artistas como Katharina Sieverding, Maria Fisahn e Inge Mahn.

 

El movimiento Fluxus con una nueva conciencia social y política marcó a estos artistas de procedencias diversas con espíritu libertario y una idea global de la música, la estética y las relaciones. El artista coreano Nam June Paik, las acciones y performances de Joseph Beuys son el contexto donde Andrea Zurek crece artísticamente, sus lugares de iniciación en Düsseldorf el club Ratinger Hof y el restaurante Creamcheese, lugares de culto para la escena artística alemana e internacional, foco de proyección de ideas y de estilos musicales rompedores como la música Punk y toda su carga política y crítica social que representa todavía hoy.


Las concepciones de desplazamiento, torsión, accidente y huella en los trabajos plásticos de Andrea Zurek parecen del todo pertinentes para explicar el cómo a partir de la idea Beuyseana de escultura social ella ha ido experimentado modelos que reproducen la utopía de una sociedad ideal. Buscando nuevas formas de expresión a través de la dialéctica y el dualismo Andrea Zurek ha basado su investigación por varias técnicas, vías donde la materia nos habla más: pinturas blancas, pinturas negras y especialmente en el barro como materia plástica, modelable, construyendo primero casas, espacios de protección, que han ido evolucionado a  maquetas de templos, palacios, arquitecturas que recuerdan construcciones de antiguas culturas. En estas maquetas hallamos el dualismo contradictorio entre la fachada y el interior y una síntesis o compendio entre vacio y lleno.

La idea de arte amplificado planea por encima de todas las acciones y exposiciones de la artista establecida en Sitges desde 1994. Andrea Zurek se ha mantenido fiel  a su idea nómada y constante a la idea de noemática entendida como sentido o contenido de la vivencia de la conciencia, a «aquello a que se refiere», tanto si es real como ideal. En la evolución de este trabajo con los materiales pictóricos y plásticos se ha producido un desplazamiento, accidental a veces, querido y ex proceso otras. Esta idea de movimiento la ha expresado reiteradamente en la imagen de un barco, una naos en viaje permanente. Se expresa también a través de las arquitecturas (figuras, maquetas arqueológicas) que Andrea Zurek elabora pacientemente y que le sirven para mostrar cómo construir ( y también quizás deconstruir).  Joseph Beuys entendía el arte en sus múltiples funciones, Andrea sigue sus planteamientos de experiencia que comporta dolor, reconocimiento, consciencia y aceptación (y de ahí un trabajo político de lucha antifascista, de posicionamiento a favor de los desfavorecidos y de las minorías o clases oprimidas). 

El desplazamiento, accidental o voluntariamente ejercido, entendido como mudanza ha sido constante en la vida de la artista.  Desde su posición originaría, desde su nacimiento en 1951 en Düsseldorf, sus diversas residencias en Grecia,  Nueva York, Torre del Compte (Teruel), Sitges, en el Pont d'Armentera  y a través de sus múltiples viajes por todo el mundo... Cambios que ella ha vivido como aventuras en el devenir constante de un universo en movimiento permanente.

 

Las construcciones en barro de Andrea Zurek denotan la necesidad de protección y están en relación con la fragilidad humana. El retorcimiento es también una característica que se refleja en la forma que la naturaleza efectúa para crecer, buscando nuevos espacios aprovechando al máximo la luz. El cuerpo crece escondiendo o cubriendo los órganos y las partes esenciales,  creando un caparazón a manera de protección o coraza que nos aísla. Como un caracol dentro de la cubierta dura de las obras de Andrea Zurek se esconde la parte blanda, el organismo sensitivo.

 

En sus pinturas también podemos encontrar este dualismo existencial: de un lado las rocas que delimitan el mar, elemento líquido, vivo y en movimiento constante, por otro lado la atmósfera marítima, el aire, lo etéreo. En Sitges Zurek ha encontrado un equilibrio su propio Maricel. Llegó a Sitges con su marido, el artista pintor Marc Egger que murió el 22 de julio de 2014. Como en otros casos de parejas de creadores, como por ejemplo Isa Genzken

con Gerard Richter, las artistas femeninas han estado, en cierto modo, supeditadas a la fama y el éxito de sus esposos. Andrea Zurek realizó el trabajo de redacción de la monografía dedicada a Mark Egger, publicada el 2009 por la editorial Benteli.

 

Andrea Zurek ha expuesto en salas de exposición institucionales cómo el Museo Juan Cabré de Calaceite (2009) y en diferentes momentos ha realizado acciones y exposiciones en espacios alternativos, como la muestra en proceso a la biblioteca Santiago Rusiñol en 2003 contra la guerra del Golfo, en Sitges. Una interesante muestra fue la realizada en el convento de Sant Salvador d’Horta, donde el paisaje agreste de la montaña de Santa Bárbara se convierte en protección tectónica y en marco natural de imponente belleza.

 

La obra de Andrea Zurek remite al trabajo paciente del artesano y también a la voluntad constructiva y experimental del artista, las huellas de sus manos en la textura de sus obras reflejan ese afán por transmitir humanidad y calor vivo a la materia inerte. Sua presentación en el Atelier de Cora Egger, en la calle de Sant Pere Més Alt de Barcelona, es una nueva oportunidad para valorar y reconocer la singularidad de la obra de una artista compleja y en constante evolución creativa, Andrea Zurek, construcciones  y deconstrucciones de ideas hechas pintura y escultura con proyección a lo político y a lo social.

Isidre Roset y Juan. Doctor en Historia del arte.